martes, 16 de abril de 2013

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1 litro por 100 libras (parte 4), vuelta a la oficina

Y después de tener todo organizacito, cuando mejor estáis la nena y tu, de horarios, de comidas, de siestas ... tienes que volver a la oficina, dejarla sola, abandonada a su suerte (en la guardería) sin tus besos y tus abrazos, sin tu consuelo y tu cariño.... si te paras a pensar, el mundo es cruel...esto no puedes hacérselo a tu bebita.... empiezas a alargar la baja, que si unos días de vacaciones, que si te coges todo el período de lactancia junto (quince días laborables, que no naturales....) que si te pones enferma para no volver (eso no ha colado...) ... pero por mucho que lo has intentado el día de tu vuelta, ha llegado.



En principio, yo tenía algunas bolsitas de leche congelada, preparada para este momento. Mi plan era, seguir sacándome leche por la noche, porque la niña ya dormía bastante bien. Mientras estuviera en el trabajo, intentaría sacarme leche también, había ideado un plan, me había agenciado una pequeña neverita muy discreta, que podría meter en un bolso grade, para que nadie se diera cuenta de mi superplan. De esa forma la leche que me sacara por la mañana en el trabajo, sería la que darían a la niña al día siguiente.

Llegó el primer día en la oficina, sobre el drama de separarme de la niña, debería escribir varios post, o mejor una serie entera de post, fue muy duro. Eso que cuentan de así dejas de hablar de pañales, cacas y biberones, y te arreglas, y ves a tus compañeros.... no no, que no te engañen, es muy duro, pero hay que hacerlo, a menos que te toque la primitiva (que nunca juego) o herede (no coments).

Elegir el sitio donde te sacas leche es bastante complicado. El sacaleches eléctrico hace un ruido infernal, si quieres que nadie se entere, debes estar solo. Pero lo más importante de todo es que el sitio debe ser un sitio digno, te vas a sacar la comida de tu hijo. Por favor, solo haced lo en un baño si no queda otro remedio. Mi oficina es bastante grande (es un edificio entero) y tenemos un servicio médico, con dos despachos para los médicos, y dos habitaciones para las enfermeras. Me comentaron que allí podría sacarme leche, pero ellas me avisarían cuando estuvieran libres (sin enfermos), para poder ocupar yo la sala de enfermería durante media hora, o el tiempo que necesitase para sacarme la leche. Esto que a priori parece un buen detalle, y un buen plan, no lo es tanto cuando tienes que combinar el horario de la enfermera, con el de tu jefe, con el de las reuniones, con el de las clases de inglés, y además que sea a media mañana, para que cuando llegues a tu casa, y tengas que dar a la nena, no te acabes de sacar leche .... total, que era un poco complicado.

Conseguí durante dos meses sacarme leche en un sitio más o menos digno, sin que nadie se enterase (más o menos, porque mi jefe me pilló un día con el bolso en ristre...) pero cada vez tenía menos tiempo, cada vez sacaba menos leche, cada vez iba más estresada, y cuando llegaba a casa lanena muchos días estaba como enfadada conmigo (por haberla abandonado, supongo...) y muchos días no quería coger el pecho, eso me hacía sufrir bastante. Yo continué sacándome y si no cogía el pecho, le daba la leche en biberón (de Medela siempre). Me hubiera encantado seguir con el pecho mucho más, no sé cómo lo consiguen otras madres que trabajen de ocho de la mañana a seis de la tarde, si durante tantas horas el bebé está sin su madre, y se tiene que seguir alimentando.... yo no lo conseguí. Pero ya estoy deseando tener otro hijo para volver a intentarlo con todas mis fuerzas, para no cometer los mismos errores, para hacerlo todo perfecto, y poder continuar con la lactancia mucho mucho tiempo....




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